Almacenar es mucho más que simplemente guardar la mercancía en un almacén. Un buen almacén debe comprender la organización y distribución del espacio en distintas áreas operativas. Por lo general un buen almacén debe estar formado por 3 áreas que operen coordinadas y de forma eficaz. Una buena implantación de las áreas operativas, marcara el éxito del almacén agilizando y optimizando los procesos del mismo.
Segmentación: el camino hacia un buen almacén
Zona de Recepción: Engloba el total de mercancías entrantes, el control de calidad y si es necesario, la adaptación de unidades de carga. Es vital que esta zona quede colindante al muelle de descarga y sea lo suficientemente grande para poder trabajar con todas las mercancías que lleguen al almacén.
Zona de Almacenamiento: Es esencial llevar a cabo un estudio de los índices de rotación de los productos para ir clasificándolos según el nivel de salida. Para organizar los productos dependiendo los niveles de rotación. Dentro de esta área encontraríamos dos secciones diferenciadas:
- Zona de almacenamiento en bloque: Destinada a los productos de alta rotación en los que se da más importancia al volumen que la velocidad de extracción.
- Zona de estanterías: Esta zona puede ser de carácter puro (solo se ubica carga) o mixto (se añaden estanterías destinadas a la preparación).
Zona de expediciones: Está zona se agrupará el departamento de preparación de pedidos y el de expedición. Esta área se encargará preparar y embalar los pedidos en caso que sea necesario. Por ello es vital una buena inversión en esta sección ya que influye directamente a la imagen que se proyecta al exterior. Además es imprescindible tener en cuenta que la ubicación de la zona de salida este lo más próxima posible a los muelles de carga y tenga las medidas suficientes para poder dar salida a la mercancía durante una jornada normal, reservando un pequeño espacio en caso de sufrir algún pico puntual.
Una buena distribución y gestión de las zonas principales de un almacén conllevara una optimización de su uso agilizando los procesos y haciéndolo más efectivo.